En el episodio corto 2 reviso algunas cartas de la Hispania del siglo V, un siglo convulso por la inestabilidad del Imperio romano y la llegada de los bárbaros.
La carta de Honorio
Antes de empezar decir que para este episodio corto me apoyo principalmente en un libro publicado en el 2020 por el CSIC, llamado La Hispania tardoantigua y visigoda en las fuentes epistolares. Es un libro académico, no pensado para el público general, pero creo que para el programa será una fuente complementaria interesante para el período visigodo. También uso una fuente habitual para mis episodios, el libro Bárbaros y romanos en Hispania de Javier Arce, y te lo recomiendo leer si estás interesado en el siglo V.
Así que dicho esto, empecemos por la carta de Honorio, una carta que ha sido muy controvertida y discutida dentro del mundo académico. Yo no os voy a contar la controversia, pero creo que acierta Javier Arce al situar la carta entre los años 420 y 422, con la campaña de Asterio en Hispania y la captura del usurpador Máximo. Esto lo hablo con detalle en el episodio 11 Bárbaros contra bárbaros, pero a modo de resumen el emperador Honorio lanzó una campaña en Hispania para reestablecer el control imperial y capturar al mismo usurpador que había dejado pasar a los vándalos, suevos y alanos a la península ibérica en el año 409.
En la carta Honorio que nos concierne, el emperador romano felicita a las tropas estacionadas en Pamplona, les promete un aumento de sueldo por su lealtad y contribución a la victoria, y ruega a los soldados que agradezcan el hospitium que los ciudadanos de Pamplona les dan. Esto del hospitium se refiere a la obligación de hospedar a unos soldados que están durante un tiempo en una ciudad, cuando en vez de preparar un campamento provisional las tropas optan por esta opción más rápida aunque también más problemática porque da lugar a abusos.
Lo importante es que en la carta de Honorio se constata que los soldados estacionados en Pamplona estaban ahí de paso, eran unas tropas enviadas especialmente porque hasta donde sabemos no había un ejército profesional en la Hispania del siglo V. También es interesante que las tropas estuvieran estacionadas en Pamplona, porque significa que la autoridad romana aún no se había derrumbado por completo en Vasconia.
Las cartas de Consencio a Agustín de Hipona
Pasando a otras epístolas, la correspondencia entre Consencio y el famoso Agustín de Hipona revela información importante sobre Hispania. Consencio era un laico afincado en Menorca, probablemente originario de la Tarraconense o Narbona. Consencio era un hombre culto que dedicaba todo su tiempo al estudio de los textos clásicos y la teología de la época, y él mismo fue autor de varios tratados contra los judíos y contra diversas herejías de la época, como el priscilianismo y el pelagianismo. A pesar de eso, se presenta ante Agustín de Hipona como un humilde ignorante para que no crea que es un flipado sabelotodo y justificar sus posibles errores teológicos.
La relación entre Consencio y Agustín de Hipona empieza con buen pie y el obispo de Hipona hasta lo invita a visitarlo para tener un debate intelectual sobre teología y aprender el uno del otro. Sin embargo, entre otras cosas Consencio quería que Agustín de Hipona aprobara el engaño, la mentira y la coerción como métodos lícitos para combatir a herejes como los priscilianos, y en vez de eso Agustín le respondió con una fuerte reprimenda. Consencio no asumió bien las críticas y envió otra carta donde había una mezcla de disculpas y de palabras contra Agustín.
Es más, llega a decir de Agustín que “con muchas conversaciones desnudaste mi pensamiento, con muchas discusiones trataste las ocultas heridas de mi corazón” para luego intentar dar celos o algo a Agustín diciendo que alguien de igual nivel intelectual ha llegado a la isla y lo ha conmovido, probablemente el cronista y sacerdote Orosio. Pero vamos, que casi parece que fueran unas amargas palabras contra un amante que lo traicionó.
Pero yendo a lo que de verdad nos importa para la historia, las cartas de Consencio de Menorca nos dan información relevante sobre esa Hispania de los años 420. Consencio le encomendó a un monje llamado Frontón combatir a los priscilianistas en la Tarraconense, ya que según él los priscilianistas infestaban tanto las Hispanias que a su lado parece que los bárbaros no hayan hecho nada malo. Aquí Consencio nos cuenta cómo un priscilianista rico y destacado llamado Severo fue asaltado por bárbaros y que éstos le robaron unos códices. Esta historia se sitúa poco después de las campañas de Walia y Asterio contra los bárbaros que cruzaron los Pirineos en el 409, es decir, en un momento en que parece que el Imperio está reestableciendo el control sobre Hispania.
Esta información es sorprendente, porque algunos podían pensar que los bárbaros estaban en territorios lejanos y que los caminos de la Tarraconense serían seguros. Pero no. Hay grupos de bárbaros salteadores de caminos, que se dedican a robar a viajeros indefensos y asaltar propiedades, aunque de hecho esto no es algo nuevo, ya en los siglos III y IV los caminos se habían vuelto bastante inseguros. Los bárbaros sabían que los libros eran valiosos y caros y por eso fueron a Lérida a venderlos, algo que nuevamente es sorprendente porque se ve cómo los hispanorromanos y bárbaros coexistían y no era raro ver bárbaros en las ciudades.
Por desgracia para ellos, los textos que trataban vender eran priscilianos y si les pillaban con ellos podían tener problemas. Por eso, los bandidos bárbaros le entregaron los códices al obispo de Lérida y se libraron del problema. Pero la trama continua, porque el obispo de Lérida revendió los textos a Severo quitándole algunas páginas y al saber eso Consencio y Frontón lo denunciaron. El problema es que Severo era pariente del comes Hispaniarum Asterio, y un juicio de esta magnitud era un asunto muy serio. Esto revela lo íntimamente ligados que estaban en este momento el poder civil y la jerarquía eclesiástica, algo que se seguirá viendo durante la Edad Media y en siglos posteriores.
Las cartas de Toribio de Astorga
Finalmente, las últimas cartas que quiero comentar en este episodio corto son las de Toribio de Astorga, obispo de Astorga a partir del año 444 o 445 que envió y recibió cartas del obispo y cronista Hidacio y del papa León el Grande. El problema principal que se discute en sus cartas es la pervivencia del priscilianismo en la década del 440. De hecho, el priscilianismo parece haber ganado adeptos a pesar de que su ideólogo había sido ejecutado varias décadas antes. La causa principal de que la herejía prisciliana y otras doctrinas ganaran adeptos es el caos que se vivía en aquella época por todo el Imperio romano, es decir, como no había unas autoridades fuertes y había inseguridad era difícil convocar reuniones sinodales para condenar y perseguir la herejía.
Algunos herejes mantenían su herejía conscientemente, otros lo hacían por ignorancia, y luego había católicos que toleraban la herejía porque no querían denunciar a familiares o conocidos suyos. A veces ni los obispos y clérigos tenían una formación adecuada para discernir qué era y qué no era una herejía, y a veces utilizaban libros apócrifos sin saberlo. Toribio de Astorga también constata que algunas ideas herejes no parecen encontrarse en libros y se transmitían oralmente o con libros secretos. Toribio era un conspiranoico de la época y creía que había una organización sectaria detrás de todo esto inspiradas en el maniqueísmo, una religión surgida en Persia que fue muy popular tanto en Oriente como en Occidente en la Antigüedad tardía.
Sin embargo, el propio Toribio de Astorga reconoce que ni él mismo pudo determinar sin temor equivocarse que unos herejes acusados de priscilianismo fueran priscilianos. Él suponía que los sospechosos de herejía tenían libros secretos, pero al final lo único que queda claro a partir de sus cartas es que Toribio vivía en una época de confusión y división doctrinal y de falta de una Iglesia fuerte para preservar su unidad y combatir las prácticas heréticas.
Outro
Con esto doy por terminado este episodio corto, si te ha gustado déjame algún comentario y suscríbete al programa en YouTube o podcast para más contenido como este. Y si quieres ayudar a hacer posible La Historia de España, únete a mi comunidad de Patreon en patreon.com/lahistoriaespana. ¡Gracias por escucharme y hasta pronto!
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