En este vídeo resumen de 12 minutos explico cómo se ha interpretado la conquista musulmana de la península ibérica y cómo se desarrollaron los hechos. Para ver la conquista árabe y bereber de Spania en más detalle, mira el episodio 22 de la serie principal.
Interpretaciones de la conquista musulmana
Una de las tareas más importantes de los historiadores es ser críticos con los discursos ideológicos que se hacen sobre la historia, y la conquista musulmana de la península ibérica ha sido un hecho tan manipulado que los historiadores han tenido faena. Para empezar tenemos el discurso denigrante de al-Ándalus, el de la Reconquista que deslegitima la conquista musulmana y habla de pérdida de Hispania o de España. Este discurso aparece ya en el Reino de Asturias en el siglo IX como discurso para legitimar la monarquía asturiana, ligarla al Reino visigodo aunque eso fuera un invento, y justificar su expansión. Este relato sigue siendo usado sobre todo por la derecha porque es un discurso que ha pervivido en la memoria colectiva española desde tiempos medievales y luego lo reforzó el nacionalismo español del siglo XIX, que ve el islam y al-Ándalus como la anti-España, y ese discurso ha revivido en la actualidad por la contraposición que se hace entre islam y Occidente y por el miedo a los cambios que puedan provocar a la sociedad española la presencia de inmigrantes musulmanes.
Otra interpretación que se hace de la conquista musulmana es una teoría que ignora toda la evidencia científica y dice que la conquista árabe y bereber es un invento y que realmente ocurrió una revolución social en el Reino visigodo y surgió una civilización hispana islámica por generación espontánea. Este negacionismo de la conquista lo ideó un nacionalista español, pero actualmente está relacionada con la izquierda nacionalista andaluza, que se empeña en considerar que el islam y la cultura árabe forman parte de la esencia de Andalucía, como si los andalusíes y andaluces fueron lo mismo. Una tercera interpretación muy popular entre la izquierda es la de un al-Ándalus idílico, como si fuera un paraíso multicultural en el musulmanes, cristianos y judíos convivían pacíficamente, y esta visión es igual de errónea entre otras cosas porque el tratamiento a minorías religiosas fue muy distinto según el período.
Y finalmente tenemos la interpretación triunfalista por parte del mundo islámico y árabe, que es una visión edulcorada hasta el punto de que algunos niegan que se produjese violencia, algo absurdo porque violencia hay siempre en una conquista. Al final hay que huir de todas estas interpretaciones que idealizan o denigran al-Ándalus si queremos alcanzar un conocimiento científico. Luego sobre cómo se produjo la conquista en sí tengo que advertir que hay relatos contradictorios y los historiadores actualmente también hacen interpretaciones distintas, por eso te puedes encontrar unos hechos distintos en un sitio u otro, pero ahí va la mía.
Antecedentes a la conquista
El Profeta Muhammad predicó el mensaje de Dios en su Arabia natal y unificó políticamente a los árabes en la década del 630, y con los dos grandes imperios vecinos, los bizantinos y los sasánidas, agotados tras años de guerra los árabes pudieron conquistar rápidamente los territorios que van desde la actual Marruecos hasta Asia central en unas pocas décadas. El conde Julián de Ceuta seguramente fue el último gobernador bizantino de la plaza y no un godo como se dice en la tradición, pero en todo caso se sometió a los musulmanes en el 709 y se comprometió a pagar tributo y prestar su apoyo en futuras conquistas a cambio de mantener su posición y respetar la vida y propiedades de sus súbditos.
Mientras tanto, en el Reino visigodo las cosas estaban complicadas, porque el joven rey Witiza murió, no se sabe si por enfermedad o asesinado, y el duque de la Bética Rodrigo usurpó el trono. Apareció un pretendiente al trono conocido como Agila II en las regiones orientales de Septimania y Tarraconense, mientras que los hermanos de Witiza no estaban muy contentos pero de momento reconocieron a regañadientes a Rodrigo. El Reino visigodo estaba dividido y en guerra civil en el peor momento. Los bereberes, recién unidos al imperio árabe del Califato omeya de Damasco y solo superficialmente islamizados, estaban ansiosos por conseguir botín y ya hicieron una incursión de saqueo en el 710. El gobernador del norte de África, Musa ibn Nusayr, probablemente aprobó una expedición de mayor envergadura liderada por su cliente bereber Tariq ibn Ziyad, quien en abril del 711 cruzó el estrecho de Gibraltar con las naves de Julián de Ceuta con sus soldados bereberes.
Conquista árabe y bereber de Spania
Tariq desembarcó en Gibraltar y sus tropas se quedaron entorno a la bahía de Algeciras esperando a la llegada de Rodrigo, que tuvo que venir corriendo desde Vasconia al enterarse del ataque musulmán. Los ejércitos de Tariq y Rodrigo se enfrentaron en julio del 711 en la batalla de Guadalete, aunque seguramente no se produjo en este río gaditano. El ejército godo estaba mejor armado y organizado y era superior numéricamente, se habla de entre 12.000 y 25.000 hombres que se enfrentaron a 7 o 12.000 bereberes, pero su perdición fue la división interna. En los días de escaramuzas previos a la batalla decisiva es posible que los partidarios de la familia de Witiza pactaran con Tariq, pero ocurriese este pacto antes o después de la batalla lo cierto es que los godos iban ganando la batalla hasta que desertaron los witizianos.
Tariq aprovechó el descalabro del bando godo para presionarlos contra las marismas y el río y entonces el rey Rodrigo murió ahogado en medio del caos. La batalla se convirtió en una matanza, y la victoria y el botín conseguido llegó a la orilla africana y pronto se unieron nuevos bereberes a Tariq. El inesperado resultado de la batalla tomó a todos por sorpresa y lo que inicialmente se planeó como una expedición para conseguir botín se convirtió en una conquista. Tariq avanzó hacia Écija y ahí se produjo una segunda batalla contra los supervivientes de Guadalete, y tras una dura lucha los musulmanes vencieron de nuevo. A partir de entonces el camino quedaba abierto para avanzar sin obstáculos hasta la capital del Reino, Toledo.
Un lugarteniente de Tariq conquistó Córdoba, mientras el grueso del ejército tomó Toledo, a la que Tariq encontró bastante vacía tras la cobarde huida del obispo Sinderedo a Roma. La toma de Toledo fue un golpe crucial para el éxito musulmán porque el Reino visigodo estaba controlado por un puñado de familias aristocráticas, y con esa pequeña élite dirigente enfrentada y luego aturdida tras la muerte de Rodrigo y la toma de Toledo, sin los dos pilares del reino que eran la monarquía y la Iglesia, fue imposible coordinar una resistencia y el Reino visigodo dejó de existir. La conquista del Reino visigodo fue relativamente rápida porque se trataba de un estado centralizado y con ciudades, y con el rey muerto y la capital tomada fue fácil proseguir con la conquista sin encontrar una resistencia organizada. Los años siguientes a la batalla de Guadalete y a la toma de Toledo es la historia de cómo reaccionaron de forma diferente las élites locales de cada región ante las nuevas circunstancias.
A todo esto, el gobernador del norte de África Musa ibn Nusayr estaba preocupado por el éxito, la fama y la excesiva iniciativa que mostraba su subordinado Tariq, y por eso partió hacia Algeciras con un ejército de entre 10.000 y 18.000 árabes y algunos bereberes y con toda la flota norteafricana. Sevilla se rindió ante Musa tras un breve asedio, pero Mérida resistió durante meses el asedio musulmán hasta que finalmente también capituló. Mientras tanto, Musa mandó a su hijo Abd al-Aziz a conquistar otros territorios, como el sur de Portugal, Málaga, Elvira, cerca de la actual Granada, y la región conocida por los árabes como Tudmir, en la actual región de Murcia y Alicante, donde el noble godo Teodomiro firmó un pacto de capitulación para que los musulmanes respetasen su autoridad y la vida, propiedades y religión de sus gentes.
Tariq había pasado este tiempo en Toledo y había conquistado Amaya, capital de la Cantabria visigoda situada en la actual provincia de Burgos. Tariq fue al encuentro de su señor antes de que llegase a Toledo, y aunque Musa le dio una buena bronca por mostrar demasiada iniciativa y ser desobediente, al final se reconciliaron y las tropas árabes y bereberes pasaron el invierno del 713 en Toledo. Al año siguiente Musa y Tariq conquistaron Zaragoza, Lérida y Tarragona, y quizás durante estos combates murió el rey godo de Tarraconense y Septimania Agila II, que fue sucedido por un hombre llamado Ardo. Musa y Tariq tuvieron tiempo de conquistar el norte peninsular y sometieron Astorga, capital de la Asturias visigoda, Gijón, Viseu, Braga y Lugo. Al terminar esta campaña, los conquistadores de Spania tuvieron que volver a Damasco a rendir cuentas ante el califa, porque este dudaba de las ambiciones de poder de Musa.
No es raro que dudara de Musa porque había dejado a su hijo Abd al-Aziz gobernando al-Ándalus y éste se casó con la viuda de Rodrigo, así que puede que Musa pretendiera fundar su propia dinastía gobernante. Abd al-Aziz conquistó toda la actual Portugal hasta que fue asesinado en Sevilla, quizás por instigación del califa. El siguiente gobernador fue el que fijó la capital de al-Ándalus en Córdoba, y fueron los gobernadores sucesores de Abd al-Aziz los que finalizaron la conquista musulmana de la península ibérica y de la Septimania, conquistando Pamplona, Huesca, Barcelona, Gerona y Narbona, donde murió el último rey godo Ardo en el 720. Las últimas ciudades godas en caer fueron Nimes y Carcasona en el 725, pero para entonces el Reino visigodo ya llevaba tiempo muerto.
Y aquí termina la conquista musulmana de la península ibérica, un episodio trascendental de la historia de España que marcó toda la historia medieval y fue muy relevante para forjar la identidad española. Si te interesa profundizar más sobre este tema, te recomiendo verte el episodio 22 La conquista musulmana de la península ibérica, en la que te explico la conquista de forma mucho más detallada en una hora y media. No olvides de suscribirte, darle a la campanita para no perderte mis episodios, y comenta y comparte si te ha parecido útil e interesante. ¡Gracias por escucharme!
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